Tenemos a Yeong-hye, una mujer que un día decide dejar de comer carne, debido a unos sueños muy intensos que empezó a tener, y al principio de la novela es el esposo quien nos narra los acontecimientos, cómo es que un día llego y ya no había nada de carne en la casa, y como es que eso fue afectando progresivamente la relación que tenía con su esposa. También nos narra al principio como es que la conoció, cómo siempre la vio como una mujer poco atractiva, sin nada especial, pero por su seriedad y sumisión la consideraba una buena esposa, y ese era motivo suficiente para casarse con ella, aunque la verdad es bastante despreciativo al referirse a ella, casi como si no la quisiera, solamente estaba con ella porque sabía que no le daría problemas.
La situación de no comer carne se va haciendo cada vez más extrema, Yeong-hye empieza a tener actitudes cada vez más radicales, empieza a bajar cada vez más de peso, deja incluso de usar productos, como ropa, que tengan que ver con animales, y empieza a afectar en la relación que tiene con su esposo, ya ni siquiera puede estar tanto tiempo con él. Pero todo se magnifica, cuando su esposo tiene una cena muy importante en el trabajo, y tiene que ir con ella, debido a que le acaban de dar un aumento de puesto, sin embargo, al no comer carne, todos, por lo menos al principio, se lo toman como si los estuviera insultando, pero Yeong-hye ya tiene una actitud muy indiferente, ni si quiera habla ni voltea a ver a nadie, para este punto de la novela, ya sabemos que tiene un problema mental, aunque no se trata de algo referente a su aspecto físico, como podría parecer el contexto de la novela.
El marido, desesperado, al no saber que hacer, llama a los padres de Yeong-hye y les cuenta la situación, a lo cual la mamá se disculpa y dice que en unas semanas ira a visitarlos para ver la nueva casa de su hermana, y aunque habla con Yeong-hye por teléfono, ésta ni le pone atención. Es ahí donde se desata el primer acontecimiento grave, y es que, durante la cena, el papá de Yeong-hye la quiere obligar a comer carne y le mete un pedazo a la fuerza, lo cual al parecer dispara la situación y hace que Yeong-hye tome un cuchillo y se corte el brazo, su cuñado la carga y la llevan al hospital, donde posteriormente es llevada al psiquiatra y también nos enteramos después de que rompe relaciones con su familia, ya que al parecer los está dejando en ridículo.
La segunda parte del libro continua la historia, pero ahora es narrada desde la perspectiva del cuñado, que nos enteramos de que es una especie de artista contemporáneo, y su esposa, la hermana de Yeong-hye, es una empresaria que vende cosméticos. El cuñado empieza a pensar en Yeong-hye y se da cuenta de que tiene una atracción por ella, y quiere hacer una especia de obra de arte en video con ella. Nos enteramos que el esposo de Yeong-hye la ha abandonado, y que ella estuvo un tiempo en el psiquiátrico, pero ya está en su casa, aunque sigue sin comer carne, y ahora su personalidad es mucho más retraída.
El cuñado no deja de pensar en ella, y encuentra un pretexto para hablar con ella a solas y convencerla de que participe en su obra, que consiste en pintarle en el cuerpo flores y grabarla, aunque eventualmente necesita grabarla con alguien más, teniendo relaciones, para lo cual, le pide a un amigo artista suyo que lo ayude, y aunque este accede, cuando en el momento le rebela que quiere que tengan relaciones, este amigo se niega y se va, y el cuñado, le propone a Yeong-hye que tenga relaciones con él.
Yeong-hye está muy contenta con las flores que su cuñado le pintó sobre su cuerpo, no se las quiere quitar y dice que se siente como si perteneciera a la naturaleza. Le confiesa a su cuñado que, si su amigo hubiera querido en ese momento hacerlo, ella no se hubiera opuesto, que quería hacerlo, pero que sin las flores no lo haría, a lo que el cuñado le pregunta que si él se dibujara las flores lo haría con él, y ella acepta. Terminan tendiendo relaciones mientras él los graba, y la esposa lo descubre, justo cuando al parecer, el hecho de haberse acostado otra vez provoca un problema mental, ahora en ambos.
La tercera parte de la novela es narrada ahora desde la perspectiva de la hermana de Yeong-hye, In-hye, que narra cómo es que después de que su esposo la engañó, y después de estar un tiempo en la cárcel, desapareció, una vez le llamó para saber si podía ver a su hijo, pero In-hye le dijo que no lo conocía y supo que no volvería a saber de él. Ahora Yeong-hye estaba en el hospital, cada vez más enferma, ni siquiera come, solamente la pueden obligar a comer a través de un tubo, pero ella de todos modos se rehúsa.
Vemos como es que In-hye se siente culpable, recuerda la infancia tuvo con su hermana, piensa que si hubiera detenido a su papá en aquella cena hubiera podido salvar a su hermana; también vemos como es que lleva su negocio, como es que hico que creciera y de cómo es ahora su vida con su hijo. Sus papás están totalmente alejados de su hermana, sin embargo, ella no deja de visitarla y de pedirle que coma para que se vayan juntas.
Yeong-hye le cuenta uno de sus sueños, y le dice que ahora sabe que los árboles están al revés, que tienen la cabeza enterrada en la tierra y que de su cuerpo salen las plantas, y dice que ella tiene que estar así, que no necesita comer, que solamente necesita agua para sobrevivir, que pronto se convertirá en árbol. Y así eventualmente muere, supongo.
Esa es la estructura de la novela, obviamente tiene bastantes aristas psicológicas y... Hasta poéticas las cuales analizar. Ya que estamos hablando de una mujer que decide dejar de comer carne como una forma de rebelión contra las expectativas y presiones sociales impuestas por su familia y la sociedad, aunque también nos dejan en claro que es por un problema psicológico causado por los traumas de su vida y también por su misma personalidad.
Ahora, el acto de volverse vegetariana desencadena una serie de eventos y conflictos que revelan las complejidades de las relaciones familiares y las tensiones subyacentes en la vida de Yeong-hye. A medida que su decisión se intensifica, su comportamiento se vuelve cada vez más radical y autodestructivo, llevando la narrativa a un terreno psicológico y poético que cuestiona la autonomía corporal y la lucha por mantener la identidad en un mundo que intenta controlarla; aunque también tengo que decir, se puede creer que intenta salvarla ya que es sumamente autodestructiva.
En realidad, la novela no muestra explícitamente la muerte de Yeong-hye; su destino final queda abierto e interpretativo. En las últimas páginas de la novela, Yeong-hye está hospitalizada y en un estado físico crítico debido a su rechazo extremo de la comida. In-hye, su hermana, la visita e intenta entender el sufrimiento y la transformación de Yeong-hye.
En el desenlace, In-hye se ve a sí misma confrontando sus propias emociones y pensamientos mientras observa a su hermana. Se pregunta sobre el significado de la libertad y el sufrimiento, y hay una sensación de desesperanza y resignación en su reflexión. A medida que Yeong-hye parece estar en un estado de completa separación de la realidad y de su propio cuerpo, In-hye empieza a cuestionar las normas y las expectativas que ella misma ha aceptado toda su vida.
El final de la novela puede interpretarse de varias maneras. Algunos lo ven como una crítica a la presión social y patriarcal que lleva a las personas, especialmente a las mujeres, a extremos autodestructivos. Otros lo interpretan como una alegoría sobre la búsqueda de la autonomía y la conexión entre el cuerpo y la identidad. La transformación y el rechazo de Yeong-hye hacia su propio cuerpo y sus funciones biológicas representan una forma radical de protesta y una búsqueda de pureza, aunque sea a costa de su vida.
El final no ofrece una resolución clara, lo que invita a reflexionar sobre la naturaleza de la libertad personal y las consecuencias de la resistencia en una sociedad que exige conformidad. La novela deja al lector con la sensación de que, a pesar de los sacrificios de Yeong-hye, la verdadera libertad puede ser inalcanzable en un mundo que intenta controlar y definir los cuerpos y las identidades de las personas.
Bueno... ¿La recomiendo? Definitivamente sí. Aunque... No sé, he estado leyendo demasiadas cosas que son muy interpretativas últimamente, no siento que sea muy fan de las novelas de introspección o que tenga que pensar demasiadas metáforas para entender el mensaje que quiso dar la autora, creo que últimamente busco cosas más literales. Pero ese soy yo, no le quita lo espectacular a esta novela.
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