Siguiendo en mi viaje a través de la literatura un poco más universal, el siguiente en la lista era justamente este libro, del que todos hemos escuchado hablar, ya sea de él, o de las películas o historias basadas en éste. No creí que me fuera a gustar tanto, y que a pesar de no ser un libro tan moderno, ni siquiera se notara, debido a la gran claridad de las ideas científicas ahí expuestas, y claro que entendí el porque de sus tantas adaptaciones posteriores, porque cuando pienso en literatura universal, éste es el mejor ejemplo, la universalidad de una historia que no importa el tiempo, ni el lugar, se va a poder seguir contando a través de los años sin perder absolutamente nada de interés.
Axel es el protagonista de la historia, es sobrino de Otto Lidenbrock, un científico y sabio experto en mineralogía. Está enamorado, al principio en secreto, de su prima Grauben, lo cual al principio se me hizo un poco incestuoso, pero supongo que para las épocas estaba bien, no lo sé.
Un día el profesor le llama a su despacho para enseñarle un libro, que contiene dentro un manuscrito que el profesor casi pierde la cabeza tratando de descifrar. Pero por casualidad un día Axel logra descifrarlo, y al ver que contenía, asustado por las acciones que pudiera tomar su tío, se dispone a quemarlo cuando en ese momento es como sorprendido por el profesor, que reanuda su intento por descifrar el manuscrito. Termina dándole indicios de como resolver el enigma, y el profesor se da cuenta de que lo que había en el manuscrito, era un instructivo escrito por un alquimista islandés llamado Arne Saknussemm en el que describía como el había llegado al centro de la tierra. Y el profesor, tal como lo sospechaba Axel, se decidió, sin nada que lo pudiera detener a emprender la misma ruta y descubrir por el mismo, el lugar del que hablaba el alquimista.
El pergamino les indica que tienen que entrar por un volcán en una ciudad de Islandia y allí es donde contratan a Hans, un guía que los acompaña por el resto del viaje, y que en más de una ocasión termina salvándoles la vida.
Así es como comienzan el descenso hacía el centro de la tierra por el cráter siguiendo las instrucciones del alquimista, bajando pendientes formadas por lava seca del volcán apagado. Al llegar a una encrucijada de dos caminos el profesor decide ir por la del este, que resulta ser la errónea y después de tres días, cuando agotan sus reservas de agua se ven forzados a regresar todo el camino para tomar el camino del oeste, el correcto. Pero al seguir sin encontrar algún manantial, se dan cuenta de que por las paredes de la cueva viaja un torrente de agua, y se ven obligados, aunque en realidad fue Hans, a hacer una grieta en la pared para que el agua pudiera salir y beberla, y de paso, creara un camino el cual pudieran seguir.
Hay un momento en el que Axel se pierde al atravesar un laberinto, pero se puede comunicar con su tío por un canal de aire en las grietas, se da cuenta de que esta adelante de ellos y cuando corre por desesperación a su encuentro se golpea la cabeza, y cuando despierta, ya encontrado por su tío, aunque fue Hans otra vez, se encuentran al borde la cueva que está junto a un mar. Y se dan cuenta de que están en el interior de una cueva capaz de albergar la cantidad de agua de un océano, donde cerca se halla un bosque y esqueletos de animales prehistóricos.
Construyen una balsa porque su tío está decidido a atravesar todo lo que sea necesario y se disponen a atravesar el océano interior de la cueva y durante su viaje son testigos de la pelea entre bestias de tamaños monumentales, una tortuga, una serpiente de mar de la cual se alejan. Sobreviven pescando, y después luchan contra una tormenta que les arranca la vela y los arrastra a una velocidad muy alta y son arrastrados hasta los arrecifes de la costa y son salvados otra vez por Hans. Pero se dan cuenta de que la tormenta los ha retrocedido en lugar de avanzar. Y antes de volver a la balsa para emprender de nuevo el viaje, encuentran primero un cráneo humano y después un cuerpo momificado completo de la era cuaternaria. Se adentran a la selva que describen como de la era terciaria y se encuentran a un hombre a lo lejos de unos 4 metros de alto que pastorea a mastodontes gigantes como si fueran ovejas, lo que les parece imposible y creen que es una alucinación y corren a la playa de regreso, donde encuentran un cuchillo que se dan cuenta de que perteneció al alquimista Saknussemm, por sus iniciales grabadas, y adelante encuentran una roca con sus iniciales grabadas, y ellos graban las suyas también.
Se meten a una cueva que indica la roca de las iniciales y el profesor les dice que para llegar al centro de la tierra tienen que descender 1500 leguas más, pero está obstruida por una roca gigante, así que optan por volarla con pólvora. Y lo hacen provocando una especie de terremoto, primero el hoyo que se hace debido a la explosión los absorbe, y después se dan cuenta de que están subiendo a una velocidad muy alta y que son empujados por el agua hacía arriba, la temperatura empieza a subir, y describen lo que pasa como los síntomas de un volcán activo. Y así pasa, cuando en medio de lava y cenizas son expulsado por el cráter de un volcán en erupción. Cuando Axel se despierta se da cuenta de que se encuentra sobre la tierra de nuevo, pero en lugar de salir a la superficie de Islandia, se encuentran en Italia, a más de 1200 leguas de donde habían entrado al centro de la tierra. Al regresar a casa Hans y su tío son ya muy famosos y aunque nadie creyó su aventura del viaje al centro de la tierra al principio, la presencia de Hans y los reportes de Islandia les dieron el reconocimiento del público.
Esa es más o menos la síntesis de la novela, me encantó como explican las teorías de como se puede llegar al centro de la tierra, las plantas, las luces, el agua, la consistencia, el peso y todo lo referente a lo científico tiene muy buenas bases, sin duda un libro que a las personas que les gusta la aventura y la ciencia ficción no pueden dejar de leer.
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