jueves, 26 de noviembre de 2015

Michael Dobbs: House Of Cards (Reseña - Spoiler)


Hace unos días terminé de ver la serie en Netflix, y es que aunque la política estadounidense no es algo que genere en mí, principal interés, el hecho de que una serie proveniente de una plataforma alterna empezara a ganar tanta relevancia y premios, pues llamó mi atención, y como era de esperarse, me encantó, terminé de ver las tres temporadas como cuatro días, y obviamente al no ser una serie concluida, quedó en mí esa sensación que queda siempre al final de una temporada de una serie inconclusa, un sentimiento de querer más, y así fue como llegué a esta novela.

La historia original en la que está basada la serie, habla de Francis Urquhart, la historia es básicamente la misa. Francis es un político inglés, encargado de la gestión de su partido, algo que en Inglaterra conocen como Whip. Después de la renuncia de Margaret Tatcher, Urquhart espera a ser promovido dentro del gabinete del nuevo primer ministro, pero de alguna manera, esto no sucede, bajo la excusa de que hacer grandes cambios al gabinete puede producir mucha inseguridad e inconformidad dentro del partido y podrían perder la ventaja que llevan años teniendo dentro del parlamento. Y ahí es cuando empieza todo el plan de venganza para poder hundir al nuevo primer ministro, Henry Collingridge. A final de cuentas, a base chantajes y filtraciones y hasta asesinatos, logra hacer que el primer ministro se retire, y después, infiltrándose en las votaciones, gracias a su buena reputación y a que por los mismo medios casi criminales, o criminales logra quitar de la carrera a sus competidores por ocupar el puesto de primer ministro, logra ocupar esa posición. Y ese es el final de la novela. 

Si alguna vez tuvieron oportunidad de ver la serie, se darán cuenta de que es básicamente las primeras dos temporadas, y que es muy difícil, y supongo que lo será para siempre, poder separar la una de la otra, sin embargo, de alguna manera, ésta novela no me causó la misma sensación de final inconcluso como lo hizo la serie, por razones obvias, y esto es algo de agradecer.