Me vendieron este libro como "El Pedro Páramo de Colombia". Entonces mis expectativas respecto a este libro de inmediato se elevaron tanto, que lo puse como prioridad en mi lista de pendientes por leer, y aunque no me decepcione del todo, si quiero decir que no lo es, por lo menos en mi opinión, una obra que llegue a tales alturas, pero creo que por la forma de narrar tan excéntrica, es algo que si pretende. Supongo que la psicodelia que se trata de mostrar en la novela es la razón de eso.
Llena de personajes destinados al fracaso, sobresalen dos principales. Pink Tomate, que es un gato que se cree experto en la vida y que también es un alcohólico, como todos los personajes de la obra, y Sven, un personaje que murió según el mismo ayer, o la semana pasada, aunque también hay más personajes, como Amarilla, la dueña de Pink Tomato, pero creo que estos dos son los más relevantes.
No es tan fácil hacer un resumen de la novela, porque en realidad la historia no sigue un hilo convencional, ni hablar de la forma de narrarla, la falta de comas la hace una novela muy dinámica, pero hasta cierto punto difícil de seguir. Está llena de historias narradas de formas diferentes, unas narradas en primera persona, otras como si lo estuvieran observando de lejos, como si contaran un cuento.
Al no ser una novela clásica, si no muy moderna, ya que es publicada en 1992, las referencias musicales son muy recientes, todas de rock que ahora es clásico, Sabath, Beatles, y eso creo que es algo que a la gente o los lectores en general les puede llamar mucho la atención, porque a diferencia de otras novelas, casi todos, si no es que todos, son muy conocidos, vaya, ¿quién no conoce "With or with out you" de U2?
En fin, la novela está llena de escenas propias del tipo de personajes adictos y enfermos de la que está escrita, prostitutas homosexuales, raros fetiches, incluso una escena donde en una fiesta de adictos alguien se mete al baño y abre por la mitad a una perra que está cumpliendo años.
Me parece que es una de esas novelas que tratan de mostrar a personajes que están destinados al fracaso, y viven de un modo totalmente resignado a ello sin la menor intención de hacer algo al respecto, la novela es prácticamente eso, escenas demacrantes que muestran siempre ese lado de la sociedad real, pero que a la vez sorprende el surrealismo del que es propiamente existente.
Una de las últimas historias del libro es la de Highway34 y Marciana, una pareja que se conoce en el manicomio, y deciden escapar de él. Marciana era la única a la que le hablaba Highway 34, ella le leía cuentos todas las mañanas y el le hizo la promesa de que la iba a sacar de ese sanatorio. Escaparon un día que un paciente se estrelló contra un cristal de un comedor. Y durante muchos días viajaban por las carreteras sobreviviendo de lo que Highway 34 ganaba en los bares jugando billar, mientras Marciana se dedicaba a beber vodka en la barra. A veces pasaban las mañanas desnudos en los arbustos del desierto, oliendo el whisky y lejos de la demencia.
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